PSICOLOGÍA CLÍNICA

Desde el campo de la psicología clínica nuestra metodología de trabajo se basa en llevar a cabo una evaluación completa a través de cuestionarios, entrevista con el niño y con los padres, con el fin de disponer de los datos suficientes para realizar el plan de tratamiento que se considere más viable. En ese punto, expondremos paso a paso los objetivos de intervención y las técnicas más adecuadas para su cumplimiento.

Entre ellos, las dificultades que tratamos son:

  • Depresión. Ansiedad. Fobias o miedos (fobia social, a la escuela, exámenes…). Timidez, problemas para relacionarse y comunicarse
  • Baja autoestima
  • Problemas de sueño
  • Problemas de conducta y/o emocionales (tristeza, irritabilidad, agresividad, desobediencia, celos…)
  • Problemas escolares o familiares
  • Control de esfínteres
  • Fracaso escolar o falta de motivación hacia el estudio,
  • Apoyo emocional ante procesos de divorcio, cambio de casa, duelo por un miembro de la familia.
  • Trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
  • TOC ( Trastorno obsesivo compulsivo)

En muchos aspectos, la infancia y la adolescencia son las etapas más importantes dentro del desarrollo, siendo cruciales para la formación de la personalidad, del proceso de aprendizaje, así como de habilidades que van a intervenir en gran medida sobre nuestro estado emocional, la forma de relacionarnos con los demás, afrontar situaciones difíciles… Por lo tanto, existen diversos factores muchas veces relacionados entre sí, a los que debemos prestar una especial atención para favorecer el correcto desarrollo de la personalidad del niño y adolescente.

Las emociones...

Tanto positivas como negativas tienen una utilidad adaptativa ya que favorecen la autodefensa y la superviviencia. Sin ellas aunque supiésemos lo que hay que hacer, no lo haríamos, puesto que nos mueven a la acción. Funcionan entonces como señal de alarma y nos indican que debemos reaccionar de una forma u otra. El problema es que en algunas ocasiones se pueden volver difíciles de controlar. Emociones en principio adaptativas, como por ejemplo el enfado, que nos indica que hay algo que no nos gusta y que debemos cambiar se puede volver desadaptativo y generar problemas de comportamiento, como agresividad, insultos, peleas o dificultad para acatar las normas.